Fecha: 25-Mayo-2011
El tórrido calor nos lleva -una vez más- a buscar refugio en el bosque de Quinto Real. Demasiado calor para pasear por la orilla de Eugui. Foto de reflejo de monte en el agua.
Llegamos al lugar donde ya por tercera vez volvemos a encontrarnos con unos amigos que conocimos en el mismo lugar, al lado del río. Esta vez, les enseño algunos vídeos desde el Netbook, hasta que se agota la batería. Cuando no miran la pantalla, les pongo uno de ranas y se creen que cantan de verdad, no coincidiendo en la dirección de su ubicación. ;) Les gusta el vídeo de las ranas que hice en el Valle de Lana.
J.A. me invita a descubrir el río, bajamos y es una maravilla. No paro de videar. Me descubre también el secreto de la luz verde sobre el lecho del río. Momentos mágicos en los que la luz del sol penetra a través de la espesura del bosque creando un verde colorista natural, propio de un retoque improvisado de la madre naturaleza. Nos lo pasamos en grande, yo grabando, él jugando con su perro y su perro cogiendo los palos.
Y de tanto hablar, videar y enseñar los vídeos, el tiempo se nos va y nos terminan comiendo los mosquitos. Ahora sufro algunos recuerdos de esos alados indeseables.
Prometo hacerle un disco dvd con todas las grabaciones, que no son pocas, ya que él solamente hace fotos y se ha maravillado al ver a su perro y el agua en movimiento.
De regreso, muchos relámpagos rodean la city, acabando en tormenta de lluvia, con descarga y caída de luz incluida en casa.
A día de hoy, mantenemos una estupenda amistad con estos amigos, cuyo común denominador fue su perrita. El vídeo que les hice fue un éxitazo y muy entrañable, no se cansan de verlo. Les ha impactado.
ResponderEliminarSon muy buena gente y estamos encantados.